Le rebienta, no soporta que la gente hable sin saber. Creen que porque ellos lo harían tu también lo haces y no es así. Cada vez que están juntos es la misma película, y llega un momento en que cansa, cansa y mata porque sabe que los que pagarán las consecuencias seran ellos mismos y acabarán mal.
Y que pasa, ¿que un chico y una chica no pueden ser amigos? ¿Que por el simple hecho de que bailen juntos y sean muy cariñosos ya se tiene que hablar más de la cuenta? Ella no lo ve así. Las amistades se crean con las personas, no con los cuerpos; es lo que le han enseñado desde pequeña. Y sabe, que mientras la cabeza sea consciente, los besos y los abrazos son una simple muestra de cariño que no significan nada más mientras sus labios no se rocen. Pero eso los demás no lo entienden.
¿Sabéis? En dos años se ha convertido en una persona muy importante para ella, y nunca haría algo que pudiera poner en peligro lo que juntos han creado. Y le gusta demostrar lo mucho que le quiere, si tiene que cargar con los platos rotos lo hará, hasta que tenga que abrir ojos y cerrar bocas. Pero no piensa dejar de ser cómo es con él, porque es una de las pocas personas que le deja ser como realmente es ella; y si para agradecerselo tiene que soportar que la gente hable de más, que lo hagan. Ella le tendrá a él, y ellos sólo tendrán envidia.
Una pequeña mentirosa