Once upon a time, hi havia una vegada, érase una vez,... ¿Cuántas veces hemos escuchado estas frases al principio de una historia? Un pequeño cuento que se nos apetece intrigante, para saber qué nuevas aventuras sorprenderán a sus personajes.
Pero, ¿qué pasa cuando la historia no es nueva? ¿Qué se tiene que hacer cuando ya has vivido lo mismo una y otra vez? Estas cuestiones asaltan su mente día y noche desde hace un tiempo, la hacen pensar demasiado, no la dejan dormir y hacen que su vida sea una eterna duda.
Está asustada, y sabe bastante a ciencia cierta que no tiene por qué. Alguien como él no le va a hacer daño pero... ¿Y si vuelve a ser la chica de paso de siempre? ¿Y si la vuelven a tratar como a esa camiseta que te compras solo para ponértela en ocasiones contadas? También está cansada, y ese cansancio es el causante del pánico. No se cree capaz de volver a pasar por lo mismo, está harta de entrar siempre en el mismo bucle: me hace gracia, me encariño, me ilusionas y me empujas al vacío. ¿Y el tramo intermedio? ¿Y ese camino que deberíamos haber caminado juntos, para poder confiar, seducir, apreciar, amar...?
Sólo quiere que la valoren comoella cree que mínimamente se merece, y cree haberlo encontrado aunque le de miedo lanzarse. Pero sigue siendo feliz, esto no la entristece. Es consciente de que no buscaba nada, sin embargo no rechazará lo que venga. Pero si ese nada se va, que lo haga antes de que aparezcan las espectativas, porque se niega a entrar otra vez en el mísmo círculo cerrado.
Una pequeña mentirosa
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