martes, 3 de enero de 2012

Let's say early mornings worth decisive

¿Qué ocurriría una noche, a las seis de la mañana, si decidieras llamar por teléfono a tu mejor amigo y "ex-algo" para decirle lo mucho que le quieres y todo lo que significa para ti? 
Respuesta lógica: lo más probable es que pensara que estás borracha, que te dijera no sabes lo que dices y que al día siguiente ni te hablara porque pensaría que has aprovechado vuestra amistad para seguir cerca y perdidamente enamorada de él.


Pero una persona imperfectamente perfecta no hace eso. "Lo sé, y yo también te quiero muchísimo, más de lo que podrías llegar a imaginar". Nadie puede imaginarse lo que significa que alguien tan importante en tu vida te diga eso, aquella persona de la que te enamoraste primero, aquella persona que aunque te hizo daño luego te supo recompensar con creces, esa que siempre está a tu lado, en todo momento, aunque tú a veces ni lo notes y la que lucha con todas sus fuerzas por defender vuestra amistad delante de cualquiera, cualquiera. 


Ella tuvo suerte, le tocó aquella imperfección tan maravillosamente perfecta. No disfruta del amor como todo el  mundo lo hace, pero lo disfruta a su manera. Vive un cariño no comparable al amor, incondicional y al que no ve fin. ¿Qué más puede pedir? Mucho, la verdad, muchísimo más; y ella sabe que él piensa que se merece mucho más. Pero para ella es como tener el cielo guardado en una cajita, esa cajita que puede abrir siempre que quiera, y en la que siempre va a haber algo especial para ella; porque ella es especial, y como él, esencial. Así que...


PS. So, let's say early mornings worth decisive.


Una pequeña mentirosa

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