miércoles, 11 de julio de 2012

Killing me softly

Para su sorpresa, todo prospera. Es increíble que sus sueños se estén cumpliendo a la primera: pidió el mejor verano de su vida, y hasta ahora, lo está teniendo. 

Encontró con quien compartir risas, cosas en común, a todas horas del día; descubre que tiene potencia, que la gente puede fijarse en ella porque ha trabajado mucho para conseguirlo; se siente considerada, reconocida, recompensada; y se le avecina un futuro que le llena la cara de luz y alegría, y el alma de entusiasmo. Ahora ya ni si quiera le entran ganas de escribirme, está tan concentrada en seguir su camino... que se olvida de mí. Pero me alegro, prefiero eso a que en un día me lleguen cien mil mensajes suyos con todos esos problemas que no le dejaban tener la cabeza tranquila. 

Le entran ganas de compartir, de saltar, de ofrecer y dar, de divertir, de correr, de reír a carcajadas y volver, volver a sonreír, permanentemente; y es que es eso, esa sonrisa dibujada en su cara que no se borra ni con la noche más lluviosa. Impresionante el vuelco que puede dar una vida en tan poco tiempo, ¿verdad? Yo aún no me lo creo... pero quiero creérmelo. Porque las cosas, ciertas o no, sólo llegan a su plena certeza cuando los demás se la conceden. Y toda esta historia, su historia, puede, debe y necesita ser real.

Being your friend, is killing me softly...

Una pequeña mentirosa

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